No obstante, la situación parece no tener un final cercano en el horizonte. A pesar de que desde la Municipalidad aseguran hacer todo para que los hurtos dejen de ser moneda corriente en el cementerio de Olivos, los ladrones -en su mayoría menores- suelen ser demorados unas pocas horas y luego recuperan la libertad. “Se los baja a comisaría, el hecho queda asentado pero al ser hurto, lamentablemente solo se los demora y se decomisa lo encontrado. Eso se devuelve a los propietarios”, contaron desde la intendencia que conduce Soledad Martínez.
Por esta razón, y con el objetivo de resguardar las tumbas y bóvedas del cementerio de Olivos, las autoridades se comprometieron a reforzar las medidas de seguridad del lugar. En este sentido, se actualizará el sistema de monitoreo con más y nuevas cámaras, y se desplegará una mayor cantidad de personal de vigilancia en el predio.
“Las nuevas medidas de seguridad estarán funcionando en las proximas semanas”, confirmaron a este medio.
Destrozos en el Cementerio Islámico de La Tablada.
Sin embargo, el de Olivos no es el único cementerio del Gran Buenos Aires que es víctima de la inseguridad. Entre el 13 y 14 febrero de este año, más de 100 tumbas, entre ellas la que descansan los restos del ex presidente Carlos Saúl Menem y la de su hijo Carlos Menem Jr., fueron vandalizadas, profanadas y robadas en el Cementerio Islámico de La Tablada, según lo informado por la Asociación Árabe Argentina Islámica.
De acuerdo a un comunicado que compartió la organización que es propietaria y administradora del predio en sus redes sociales “los delincuentes sustrajeron marcos de bronce, destruyeron estructuras de mármol y hurtaron la bandera argentina que flameaba sobre el lugar de descanso del ex mandatario y su hijo”. Y al respecto, agregó: “Estas agresiones no son las primeras que sufrimos en el predio y no pueden ser tomadas a la ligera tratándose de un lugar de tamaña importancia espiritual y simbólica”.
Hurtaron la bandera argentina que flameaba sobre el lugar de descanso del ex mandatario y su hijo.
El hecho se produjo en la fecha exacta en la que se cumplieron tres años de la muerte del expresidente de la Nación entre 1989 y 1999 a los 90 años, luego de estar internado durante varios días en el Sanatorio Los Arcos, debido a una neumonía bilateral, en medio de una fase complicada de la pandemia de coronavirus.