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Desde hace varios días, sobre la calle Ayacucho en su intersección con Córdoba -en la esquina del Hospital de la Madre y el Niño- y hasta Yunká, la presencia de lo que parecen ser líquidos cloacales hacen que el aire en toda esa zona sea irrespirable por el fuerte olor a materia fecal que se siente, incluso estando dentro de las casas o transitando en vehículos.La Mañana dialogó con vecinos, que manifestaron su preocupación, preguntándose si la evidente contaminación “que se siente en el aire” no estará afectando a los pequeños pacientes del nosocomio.

“Hace días que estamos en esta situación. No sabemos si se rompió un caño de la cloaca, pero el agua ocupó toda la cuadra”, explicó una vecina, agregando que ya no se puede salir al frente de la casa o a la vereda por el hedor.

 

“Es como tener el inodoro pegado a la nariz”, graficó un hombre que si bien no vive en el lugar, transita todos los días por allí. Quienes sí son vecinos contaron que, por ejemplo, al ingresar sus vehículos a los garajes, inevitablemente arrastran el agua contaminada en sus ruedas hasta dentro de sus casas, por lo que deben limpiar inmediatamente para evitar contaminación. “Es urgente que se solucione”, remarcaron.