Cha-For pide cuidar el status sanitario de la hacienda y mantener la vacunación efectuada por SENASA
Se indicó que hay sectores que proponen no inocular este año contra esa enfermedad y que sean los mismos productores quienes realicen la inmunización
Entidades del agro rechazaron la posibilidad de que sean los mismos productores quienes sean los encargados de hacer la vacunación contra la fiebre aftosa. La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) reaccionaron ante esa posibilidad sugerida por un sector de la dirigencia.
Carbap dijo que esos “dirigentes que promueven desandar el sistema de vacunación antiaftosa implementado por el SENASA y ofrecen la posibilidad de la vacunación por parte de los productores” proponen “un regreso al fracaso del pasado, poniendo en peligro el status sanitario”.
En adhesión a este mensaje, la Confederación de Sociedades Rurales de Chaco y Formosa (Cha-For) expresó que no admitirá “bajo ninguna circunstancia” (técnicas, políticas o comerciales) volver a “viejas prácticas” en las campañas de vacunación contra la fiebre aftosa y poner en riesgo el sistema de sanidad en la hacienda argentina.
Al respecto, el presidente de Cha-For, Guillermo Martínez Balbis, declaró a La Mañana que no se puede dejar de vacunar contra la fiebre aftosa y que se debe garantizar el cuidado del status sanitario.
A continuación, el productor aseveró que los nuevos inconvenientes del sector comenzaron con el aumento en el valor de la vacuna contra la aftosa, que fue de un 300% con respecto a la campaña anterior. “Todas las entidades adheridas ‘pusimos el grito en el cielo’, por nuestros productores”, remarcó; y subrayó que tras una propuesta de importar la vacuna de Brasil, donde tiene un costo un 30% más bajo, hubo entidades que comenzaron a “hacer ‘lobby’” para que se compre el producto a determinados Laboratorios.
“También algunos referentes del sector propusieron no hacer la campaña de vacunación”, expuso; y destacó que hoy el precio de la inoculación bajó un 30%, y que “se está buscando ‘achicar’ más costos”.
“Durante todo el año, compramos insumos que son cada vez más caros para el sector agropecuario. En todo lo que se pueda, tenemos que reducir costos, porque estamos con ‘la soga en el cuello’. Tenemos presiones por el lado del gremio UATRE y cargas impositivas de ‘todos lados’, y no nos bajan los valores de las retenciones”, explicó Martínez Balbis a este Diario.
“En lo vinculado al tema sanitario, antes uno podía comprar las dosis, llevarlas al campo y vacunar. El productor responsable vacunaba. Otros llevaban las vacunas y las metían en un pozo. Nosotros apuntamos a rechazar esas prácticas. Nosotros no podemos dejar de vacunar. Por otro lado, un ternero está recibiendo, directa o indirectamente tres dosis de vacuna. Porque el ternero mama de una madre que ya está inmunizada, después se le aplica una vacuna, y si uno lo mueve, se le aplica otra. Son cosas que hay que ‘ajustar’, pero nunca hay que salirse de la línea de sostener la sanidad”, recalcó Guillermo Martínez Balbis.