El jefe de la Comisaría Tercera, comisario Ariel Alejandro Fariña, informó a La Mañana que el hallazgo del cuerpo de Estigarribia en su vivienda ocurrió a través de un llamado que ingresó por la Línea de Emergencias 911.

“En un primer momento, se encontró el cuerpo del hombre sin vida en medio de un charco de sangre. Se informó al juez de turno y se llamó a personal médico del SIPEC. Ante la presencia de testigos y familiares, con las tareas de Criminalística, se comprobó y certificó que la víctima tenía 19 heridas de arma blanca en el cuerpo, en zonas del pecho, la espalda y el cuello”, detalló el comisario.

Según Fariña, la primera advertencia por la desaparición del hombre de 68 años, que vivía solo en su casa, fue dada por los vecinos de la zona que se alertaron porque las luces externas y de adentro no fueron encendidas por el propietario de la vivienda.

“Como el hombre no respondía, un vecino lo llamó a su celular, que casualmente tenía uno de los menores que estaban siendo interrogados por la Policía en un operativo de rutina en inmediaciones de 9 de Julio y Néstor Kirchner, cerca del barrio donde ocurrió el crimen. Cuando se le preguntó de quién era el celular, uno de los chicos dijo que lo encontró en la calle y ese dato despertó la alerta de los uniformados, que posteriormente acreditaron el titular del dispositivo y lo relacionaron con el domicilio de la víctima”, explicó.

A partir de esta actuación, a los adolescentes con domicilios en el barrio Namqom se les secuestraron entre sus pertenencias un cuchillo, dinero en efectivo (un valor superior a 800.000 pesos), el celular y prendas de vestir con manchas de sangre.

“Los chicos estaban deambulando, prácticamente en situación de calle cuando fueron abordados por los uniformados. Uno de ellos fue quien ofreció resistencia y se puso violento ante la Policía; incluso cuando fue trasladado al Hospital de la Madre y el Niño para los exámenes médicos”, detalló el comisario.

Fariña afirmó que “son varios los elementos de prueba que acreditan la relación de los menores de 12 y 14 años al homicidio del vecino del barrio San Francisco”, revelando que el principal móvil del crimen es el robo, aunque se manejan otras hipótesis en la investigación.

“Los chicos son conocidos en el ámbito policial, porque varias veces fueron sorprendidos en situaciones sospechosas en la zona del microcentro. Recién este miércoles a la mañana dimos con sus familiares, que casualmente se habían acercado a una Comisaría para denunciar la desaparición de ambos y solicitar que los busquen, porque desde el martes a las 17 horas se retiraron de sus domicilios”, agregó.

Por la retención de estos adolescentes, se dio intervención la jueza de Menores, Silvana Adalid Jarzynski, quien direccionó la investigación. Luego, intervino el personal de la Línea 102 de la Dirección de Niñez y Adolescencia del Ministerio de la Comunidad, que acompañó a los jóvenes, que por orden de la jueza permanecen en el Hospital de la Madre y el Niño con custodia policial.

A su vez, efectivos de la Dirección Policía Científica documentaron el escenario del homicidio y la retención de los sospechosos, al igual que los elementos secuestrados.

Por su parte, el juez Picabea ordenó al personal de Bomberos de la Policía el traslado del cuerpo hasta la morgue judicial, donde el forense determinó como causal de la muerte: “Shock hipovolémico por herida de arma blanca”.