En un comunicado emitido por la dirección del movimiento aliado a Irán y Hamás se aseguró: “De acuerdo con el mecanismo aprobado para la elección del secretario general, el Consejo de la Shura de Hezbollah acordó elegir a Su Eminencia el jeque Naim Qassem como secretario general de Hezbollah, portando el bendito estandarte en este viaje, pidiendo a Dios Todopoderoso que le guíe en esta noble misión al frente de Hezbollah y su resistencia islámica”.

A través del mismo texto, se detalló que con la asunción de Qassem “trabajarán juntos para lograr los principios de Hezbollah y las metas de su camino, y mantener la llama de la resistencia brillando y su estandarte en alto hasta que se logre la victoria”.

El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, afirmó que el nombramiento de Qasem como nuevo líder de Hezbollah es «temporal» y agregó que «no lo será durante mucho tiempo», en aparente referencia a que será un nuevo objetivo del Ejército de Israel. «Un nombramiento temporal. No durará mucho tiempo», escribió el funcionario en X luego del anuncio.

A diferencia de Nasrallah y Hashem Safieddine, cuyos turbantes negros denotaban su condición de descendientes del profeta Mahoma, Qassem lleva uno blanco. Tras poco más de un mes sin un anuncio oficial, el grupo terrorista resolvió elegir al que era el número dos de la formación y quien fue el encargado dar los tres discursos televisivos ofrecidos tras la muerte del anterior jefe de Hezbollah.

Esta decisión se tomó luego de que la semana pasada el grupo confirmara la muerte de Hashem Safi al Din, jefe del Consejo Ejecutivo de la formación y considerado como uno de los principales candidatos a suceder al clérigo Nasrallah. Qassem, cuya localización se desconoce, fue nombrado jefe adjunto de Hezbollah en 1991 por el entonces secretario general del grupo armado, Abbas al-Musawi, quien murió al año siguiente en un ataque de helicóptero israelí, y permaneció en su cargo cuando Sayyed Hassan Nasrallah se convirtió en líder.

El nuevo jefe del movimiento terrorista nació en Beirut en 1953. Su familia proviene del pueblo de Kfar Fila, ubicado en la frontera con Israel. El activismo político de Naim Qassem comenzó con el Movimiento Amal chií libanés, grupo que abandonó en 1979 a raíz de la Revolución Islámica de Irán.

Además, participó en las reuniones que condujeron a la formación de Hezbollah, establecido con el respaldo de la Guardia Revolucionaria de Irán en respuesta a la invasión israelí del Líbano en 1982. Era el dirigente de más cargo del grupo en continuar apareciendo en público desde que Nasrallah empezó a vivir su mayor tiempo escondido tras la guerra contra Israel de 2006.

Qassen está considerado como uno de los principales portavoces del grupo chií y como la figura de más alto nivel que concedió entrevistas a medios extranjeros. En septiembre, habló en el funeral del alto dirigente de Hezbollah, Ibrahim Aqil, y del miembro de Hezbollah, Mahmud Hamad, quienes murieron en un ataque israelí. Allí dijo que el grupo había entrado en una nueva fase en su confrontación con Israel y la describió como una “batalla abierta de ajuste de cuentas”.