Según el trabajo desarrollado por la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras, a partir de los casos graves de acoso escolar o bullying que se denuncian en Argentina, la situación en 2024 en lo que hace a este tipo de violencia no ha dejado de empeorar.

«A las 112 muertes por suicidio y por homicidio, ocurridas a partir del bullying y el ciberbullying, deben agregarse la terrible novedad de que muchos estudiantes de nivel secundario comienzan a apostar dinero sobre lesiones a sus compañeros, con 32 casos denunciados», señaló el abogado Javier Miglino, director de la entidad.

La situación adquirió relevancia hace pocos días a partir de un terrible episodio de acoso escolar protagonizado por los autodenominados ‘matones regatoneros’ de la Escuela Media N° 80, de Lomas del Mirador en La Matanza, según relató Miglino.

Tal como reproduce el informe de Bullying sin Fronteras, estos adolescentes llevaban a cabo apuestas sobre golpear a compañeros de tal manera de dejarlos knock out o con pérdida de conocimiento.

«Este tipo de apuestas ya se han denunciado en escuelas secundarias de Quilmes, Lomas de Zamora y en especial San Isidro con su penosa fama de sitio popular de rugbiers, así como también en escuelas de los barrios porteños de Flores y Almagro», precisó el informe.

En este caso, el agresor, un estudiante de 17 años del último año del secundario, aparentemente apostó 20 mil pesos a que noqueaba a un compañero. «Para cumplir su propósito lo golpeó a traición de un modo tan violento que la víctima terminó en el hospital», relató Miglino, experto en Protección de la Niñez.

Según explicó, «el bullying y la violencia en las escuelas es una problemática que sigue calando hondo en las escuelas primarias y secundarias de Argentina, donde esta forma de violencia se esconde desde hace 20 años».

Desde entonces los sucesivos gobiernos han sido idénticos en el tratamiento del bullying: Invisibilizarlo en la escuela, en los ministerios de educación y sobre todo en los medios de comunicación, consideró.

El excusa del hostigamiento y la violencia propios del bullying es la belleza de las chicas y la sofisticación (chetas y chetos) de los varones, que también pasa factura a niños/as y adolescentes.

«En Argentina es peligroso ser bella en el caso de las chicas y sofisticado en el caso de los chicos. Los mismos gobiernos que mencionábamos y que gobernaron durante la última generación han hecho lo posible por crear una ‘grieta’ social», describió Miglino.

Las diferencias políticas también pueden ser la fuente de violencia entre niños y adolescentes. «De ese modo, lo que sería una simple discusión en otra parte o ni siquiera eso, en Argentina puede degenerar en un grave altercado con violencia», dijo.

«Ese tipo de comportamiento en los adultos, se replica lamentablemente entre niños, adolescentes y jóvenes y el bullying, una vez más, será su consecuencia lógica y terrible», concluyó Miglino.