La producción manufacturera de las pymes tuvo un desplome 17,8% anual en julio y encadena una retracción de 18,6% en los siete meses del año frente al mismo período de 2023, de acuerdo al relevamiento elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
A pesar de reflejar un nuevo declive, la medición interanual rompió con cuatro meses seguidos en que el registro mostraba una profundización de la merma, al superar al del mes previo, ya que luego del derrumbe del 30% en enero, se había atenuado el retroceso al 9,9% en febrero pero en marzo se volvió a acelerar al 11,9%, en abril al 18,3%, en mayo al 19% y en junio al 20,4%.
“Se trata del octavo mes consecutivo en caída, en un mercado donde los precios se han estabilizado pero la pérdida de poder adquisitivo continúa afectando la demanda interna. Este escenario se agrava por las dificultades en el acceso al financiamiento y los altos costos operativos, lo que coloca a muchas pymes en una situación difícil y con márgenes de rentabilidad estrechos”, señaló la entidad.
En la comparación mensual también se detectó una contracción de la actividad por segundo mes consecutivo, al caer 1,8%. Sin embargo, el dato volvió a representar una baja respecto al mes previo, que había retrocedido un 3,1% frente al 5,3% de mayo.
Asimismo, el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) reveló otras dos problemáticas que reflejan el complejo momento que atraviesa el sector, al indicar que las pymes trabajaron en julio con el 60,6% de su capacidad instalada (en junio había sido el 60,1%) y que el 19,3% de las pequeñas y medianas empresas tuvo dificultades para pagar salarios.
Al analizar los datos, desde CAME manifestaron que “este escenario se agrava por las dificultades en el acceso al financiamiento y los altos costos operativos, lo que coloca a muchas pymes en una situación difícil y con márgenes de rentabilidad estrechos”.
En ese sentido, precisaron que “los principales obstáculos que enfrentan en estos momentos tuvieron como protagonista con el 39,3% a la falta de ventas, mientras que el 37,2% se refirió a los altos costos de producción y logísticos, el 12,2% a la falta de acceso al financiamiento y otro 5,9% a los problemas de cobranza”.
Al respecto, la entidad gremial-empresaria reveló que “como consecuencia de los obstáculos previamente mencionados, el 33,4% de los encuestados tuvo que reducir gastos operativos en los últimos meses, otro 23,9% diversificó sus productos y el 15,9% tuvo que reducir la cantidad de horas laborales”.
En este marco, señalaron que “para las empresas la reducción de la carga fiscal es la medida de apoyo más urgente requerida, con 58,8% de las respuestas, marcando la necesidad de disminuir impuestos nacionales, provinciales y tasas municipales”.
Los seis sectores manufactureros del segmento pyme tuvieron fuertes caídas en la comparación anual, siendo los más afectados “Químicos y plásticos” (-27,5%), “Papel e impresiones” (-26,9%) y “Metal, maquinaria y equipo” (-18,2%).
En el acumulado del año, la mayor retracción la muestra “Químicos y plásticos” (-26,6%), seguido por “Metal, maquinaria y equipo” (-21,3%) y “Papel e impresiones” (-21,2%).