El tirador, que fue detenido poco después por una patrulla que se encontraba por la zona, se dirigió pasada la medianoche a un local llamado Cabana Live, donde se estaba realizando una fiesta privada y, tras un «altercado verbal que se intensificó«, disparó contra la multitud.

«A su llegada, los agentes escucharon múltiples disparos procedentes de la parte trasera del establecimiento, lo que provocó la dispersión de la multitud», describió la oficina del sheriff del condado de Seminole, en un comunicado.

El adolescente fue inmovilizado con la ayuda del personal de seguridad de este establecimiento que, según agradeció posteriormente, comprobó que todos sus trabajadores estuvieran «a salvo«.

«El resultado fue que un total de diez víctimas sufrieron heridas de bala que no pusieron en peligro sus vidas, principalmente en las extremidades inferiores», concluyeron las autoridades.

Un recordado antecedente

En agosto de 2023, un supremacista blanco mató a tres personas y luego se suicidó en la ciudad de Jacksonville, en el norte de Florida. Según una imagen mostrada en una rueda de prensa por el alguacil T.K. Walters, el asesino utilizó un fusil largo y una pistola de marca Palmetto, en la que había pintado una esvástica.

El gobernador Ron DeSantis emitió una declaración de condena de los hechos y dio a entender que los muertos eran de raza negra tras explicar que el asesino «eligió a las víctimas según su raza» antes de «elegir la salida de los cobardes y dispararse él mismo en lugar de afrontar las consecuencias de su acto».

Por su parte, la alcaldesa Donna Deagan, presente en la comparecencia, también confirmó los motivos. «Es un crimen cargado de odio. Nos toca hacer todo lo posible por disuadir este tipo de odio», enfatizó. Los testigos de la masacre detallaron que el autor del tiroteo iba vestido con uniforme de camuflaje, guantes y un pasamontañas.