Fuente: https_www.lamañanaonline.com.ar/
La escribana Dolly Castagne denunció que ciberdelincuentes accedieron a los contactos de WhatsApp agendados en su teléfono móvil, y que más de 100 personas fueron contactadas por los estafadores para intentar obtener dinero, a través de una supuesta venta de dólares. También, remarcó que este tipo de accionar delictivo perjudica a las víctimas no sólo en lo patrimonial, sino también en lo vinculado al honor que se puede tener en lo profesional y en lo personal.
En este marco, la denunciante comentó a :““A través de un número de Buenos Aires y otro de Córdoba, tomando la foto de perfil que yo tenía el 1° de mayo de 2024, los delincuentes comenzaron a escribir a mi Agenda de contactos a partir del Día del Trabajador, tal como yo los tengo agendados, diciendo: ‘Soy Dolly Castagne, por acá todo bien, agendá mi nuevo número de teléfono’. Horas más tarde, les empezaron a decir a esas personas que yo necesitaba vender dólares”.
“A algunos les decían que necesitaba vender 3.000 dólares, a otros u$ s 1.500, y a otros u$ s 5.000. A los clientes más habituales de mi Escribanía sí les pareció extraño, porque en los 30 años de trabajo que llevo, jamás he solicitado dinero si no es por honorarios, por la facturación previa o por un Presupuesto anterior. A su vez, la mayoría de mis clientes tienen mis datos bancarios. El Banco Central es el único que autoriza a las Casas de Cambio a vender moneda. Un escribano público no podría jamás ofrecer por redes sociales o por WhatsApp la venta de moneda extranjera”, explicó Castagne a este diario. “Sólo un cliente de Laishí llegó a transferirle al delincuente $ 1.500.000, a través de una de las cuentas de su hija. Después de que hizo la transferencia, se dio cuenta de la estafa”, acotó.
A continuación, la profesional reveló que se enteró de esta maniobra mediante capturas de pantalla enviadas por clientes habituales de la Escribanía, y que tuvo que elaborar una “lista de difusión” con todos sus clientes, al igual que con todos sus contactos en redes sociales, y que también debió recurrir a la Dirección de Delitos Económicos de la Policía de Formosa; y agradeció la ayuda brindada por la fuerza provincial.
Asimismo, recomendó a las demás personas que “nunca” piensen que un escribano público “les va a ofrecer moneda extranjera”; y recalcó que las estafas virtuales originan no sólo un perjuicio económico, sino también “un daño moral muy grande”.
“Son muchas las horas que se necesitan para hacer la lista de difusión de contactos, y para estar todos los días en las redes sociales publicando información, al igual que el tiempo que requiere hacer la denuncia y cumplir con las obligaciones de la empresa. Estoy durmiendo muy pocas horas. El costo del daño que generan estos delincuentes es incalculable en lo moral y en la salud”, manifestó Dolly Castagne.
Piden la creación de un fuero dedicado al ciberdelito en la Justicia provincial
El comisario Juan Bogado, licenciado en Informática e integrante de la División de Informática Forense y Cibercrimen de la Policía de la Provincia, solicitó la creación de un fuero dedicado al ciberdelito dentro del ámbito del Poder Judicial de Formosa, para de ese modo lograr actuaciones más rápidas y un pronto esclarecimiento de esos delitos.
“Hay una fiscal que se involucra mucho, que es la doctora Natalia Tafetani. Pero venimos pidiendo todos, como sociedad, al Estado y a la Justicia, que tengamos una Fiscalía especializada o un Juzgado especializado en este tema. Así como se conformó la desfederalización del narcomenudeo, que trajo muchos beneficios, porque permitió un abordaje mucho más integral a la problemática, todos necesitamos un abordaje integral para todo lo que significa el cibercrimen, y para ello necesitamos gente especializada. Todas las Provincias están yendo hacia un fuero de Cibercrimen”, subrayó.
Además, indicó a este Diario que el robo de números de WhatsApp y su utilización para cometer estafas es un delito que se volvió “demasiado frecuente”, y pidió que todas aquellas personas que sufren este tipo de accionar efectúen la denuncia correspondiente, con las pruebas que se tengan, al igual que las “ampliaciones de denuncia” en caso de que existan más personas afectadas y nuevas pruebas.
Por otro lado, Bogado se refirió al delito sufrido por la escribana Dolly Castagne, y aseveró que una de las características de estas estafas es que las personas que reciben las ofertas de dólares no pueden dialogar vía telefónica con el contacto que les propone esas operaciones financieras, y que deben comunicarse sólo a través de mensajes.
En paralelo, expresó que los ciberdelincuentes son “expertos en ‘ingeniería social’, en buscar la manera de que la víctima siga en contacto y crea en lo que se le está diciendo, sin dar pruebas con un elemento como la voz”. Seguidamente, especificó que en este caso no se trató del robo del número de WhatsApp, sino que fue una “suplantación de identidad, a través de un número que ella nunca tuvo”, lo cual generó también “un daño a su nombre, a su empresa”.
“Se ocupó una imagen de ella, que puede estar en redes sociales, o que se puede sacar del mismo WhatsApp. Lo importante es ver cuál fue la maniobra utilizada para acceder a los contactos de ella. Con la Policía, hemos investigado. Tenemos los CBU utilizados, y los nombres, los apellidos y la dirección de las personas físicas, y a dónde ha ido el dinero, en esta primera instancia. El problema es lo judicial, lo que demoran ciertas actuaciones, como realizar ante las compañías de telecomunicaciones la solicitud de bloqueo de las líneas telefónicas que se están utilizando para hacer fraude”, añadió.