La Fundación Vida Silvestre advirtió que el proyecto del Presupuesto Nacional 2025 presentado por Milei asigna el menor presupuesto de la historia para el cumplimiento de la Ley de Bosques Nativos. Además, puntualmente en el caso de Formosa, anticipó que la provincia sólo recibirá un 2,5% de lo que le corresponde por este concepto.
Según el cálculo realizado por la ONG ambientalista, “en caso de que se apruebe este proyecto de ley, la provincia de Formosa recibirá apenas $ 336.363.636 en lugar de $ 13.048.577.087 para proteger sus bosques”.
La Ley de Bosques Nativos regula la restauración, protección, aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques nativos. Para ello, establece herramientas de gestión, fondos y responsabilidades tanto para el Estado nacional como los estados provinciales.
Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre, afirmó: “Según el ordenamiento territorial de bosques nativos, Argentina cuenta con más de 53 millones de hectáreas de bosques en toda su extensión, que no pueden cuidarse con un presupuesto de 9.090 millones de pesos al año”.
Al referirse a Formosa, dijo que la provincia cuenta con 4.208.999 hectáreas de bosques categorizados, lo que corresponde al 8% de los bosques nativos del país.
“En definitiva, estamos pensando que 80 pesos alcanzan para cuidar una hectárea de bosque de la provincia por un año, un aproximado de 7 pesos por mes por hectárea. Sin el adecuado estímulo financiero, las provincias se ven imposibilitadas de fortalecer su capacidad de fiscalización, control y vigilancia”, detalló.
Por otro lado, aseveró que los propietarios de áreas con bosques nativos no reciben estímulos para desarrollar el uso sustentable o compensaciones por las áreas que deben destinarse exclusivamente a la conservación.
Ley
Se explicó que la Ley 26.331, de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, fue sancionada en 2007 con el objetivo de planificar el uso de estos ecosistemas y lograr equilibrar producción y conservación de la naturaleza. “Sin embargo -afirma Vida Silvestre-, en todos estos años, su implementación ha sido parcial y nunca contó con el total del presupuesto que debería asignarse, tanto para el control, monitoreo y vigilancia, como para estimular el uso sustentable y la restauración”.
La Fundación detalló que el Proyecto de Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio Fiscal del Año 2025 ha sido presentado por el Poder Ejecutivo para su tratamiento en el Congreso de la Nación. En él se asigna al Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos un monto de $ 9.090.909.091 y al Programa Nacional de Protección de los Bosques Nativos un monto de $ 909.090.909.
“Sin embargo -continúa-, el presupuesto estipulado corresponde apenas al 2,5% de lo que debiera destinarse para la protección de nuestros bosques, si la ley se cumpliera correctamente”.
En su artículo 31, la Ley de Bosques estipula que el Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos estará integrado por las partidas presupuestarias que no podrán ser inferiores al 0,3% del presupuesto nacional. Ese 0,3% para 2025 debiera ser de 352.664.245.606, una cifra que difiere bastante de los 9.090 millones de pesos estipulados en este proyecto.
El Fondo también debería recibir el 2% del total de las retenciones a las exportaciones de productos primarios y secundarios provenientes de la agricultura, ganadería y sector forestal, correspondientes al año anterior del ejercicio en consideración.
Importancia de los bosques nativos
Vida Silvestre indicó que si bien al principio la Ley de Bosques fomentó una disminución progresiva en la tasa anual de deforestación en la Argentina -estabilizándose hasta el año 2019- en los últimos años volvió a incrementarse. Los bosques nativos de Argentina siguen perdiéndose en zonas donde está prohibida la deforestación, en las cuales se avanza con el cambio de uso del suelo para actividades agropecuarias, forestales, urbanísticas y viales.
A su vez, las áreas deforestadas ilegalmente y las que se han quemado no están siendo restauradas como indica la ley, y la ausencia de un registro nacional de infractores limita las posibilidades de articular esta información con otros elementos de la política pública, que permita facilitar la disuasión y la sanción de los responsables.
Los bosques nativos son proveedores de servicios ecosistémicos esenciales: contribuyen a la mitigación y adaptación al cambio climático, facilitan la regulación hídrica, son hábitat de miles de especies, dan sustento a la vida de las comunidades locales y contribuyen a la seguridad alimentaria y el desarrollo económico.
Son proveedores de materias primas, alimentos, agua potable, medicinas y sirven como reguladores de eventos extremos como inundaciones, la erosión y la calidad del aire. Además, los bosques son hábitat de muchas especies y funcionan como “amortiguadores” de agentes patógenos -como virus y bacterias- que pueden afectar al ser humano.
La pérdida de bosques ocasiona graves consecuencias sociales, ambientales y económicas, muchas veces, irreversibles, que atentan contra la salud y el bienestar de las personas y de muchas otras especies.
“Conservar y utilizar sustentablemente los bosques nativos argentinos es una obligación legal y una oportunidad para el verdadero desarrollo económico y social de las diversas jurisdicciones del país y de las personas que en ellas habitan. Es necesario que exista la voluntad política apropiada para el cumplimiento de esta norma en todos los niveles, la capacidad profesional, técnica y logística para su implementación y monitoreo, y la asignación de los fondos y los recursos correspondientes que permitan lo anteriormente mencionado. Aún estamos a tiempo de transformar esta ley en un modelo de gestión y gobernanza que trascienda las fronteras nacionales”, afirmó Jaramillo.