«Hacer la guerra siempre es una derrota», aseguró Francisco a jóvenes de Indonesia
En el marco de su 45º Viaje Apostólico, el Santo Padre se reunió con voluntarios de la comunidad de Scholas Ocurrentes del país asiático.
Fuente: https://www.diariopopular.com.ar/
En el marco de su 45º Viaje Apostólico, el Papa Francisco se reunió este miércoles con jóvenes de la comunidad de Scholas Ocurrentes de Indonesia, y advirtió de que «hacer la guerra es siempre una derrota».
Lo que sí se debe hacer es «discutir como hermanos» para avanzar en el camino hacia la paz, indicó el Pontífice. Además, destacó que «la vida hay que vivirla en las diferencias» porque si todos fueran «iguales, sería un aburrimiento».
Según informó Scholas Ocurrentes en un comunicado, durante el encuentro, que se enmarca en la gira del Papa por Asia y Oceanía, intervinieron varios jóvenes como Anna Nurawalia, una voluntaria musulmana que aseguró que para ella, Scholas es «un hogar» que siempre la «acoge».
«Después de dos años de proceso y de estar involucrada directamente con Scholas tanto en Italia como en Liberia, África, Scholas y yo estamos conectados de manera bastante intensa y profunda a través de Zoom, chat, teléfono, redes sociales. En Scholas, actúo como estudiante, voluntaria, maestra, madre, miembro del equipo de trabajo, a veces como una niña y una buena amiga», resumió.
Por su parte, Bryan, un joven participante en la primera experiencia educativa de Scholas en Indonesia, explicó que en su país están acostumbrados a vivir con el lema ‘Bhinneka Tunggal Ika’, que significa «unidad en la diversidad».
«Pero, durante nuestra experiencia con Scholas, nos dimos cuenta de que algo faltaba en ese lema. Algo no era del todo real. Porque, en realidad, todavía enfrentamos muchos problemas debido a nuestras diferencias. Por ejemplo, la discriminación, el ciberacoso y el ‘querer agradar a la gente’ que nos hace fingir lo que realmente sentimos», señaló.
Christine, otra joven participante, comentó que todos tienen «diferentes problemas, algunos relacionados con la discriminación o con diferencias de raza y religión». «Yo lo experimenté de primera mano; fui acorralada y rechazada sin motivo. En ese momento, me sentía muy deprimida y ni siquiera sabía qué hacer porque sentía que el mundo no estaba de mi lado», relató.
En esta experiencia, según destacaron, aprendieron que «las diferencias no son malas, sino más bien una belleza única» y les enseñaron a «unir las diferencias, a construir lazos de unidad y a entender que las diferencias no son un camino hacia la destrucción, sino más bien un paso hacia la unidad».
Para cerrar el acto, el Papa Francisco plantó un árbol de mangroove que representa un símbolo de la lucha contra el cambio climático así como un gesto de paz y unidad, similar al olivo que ha plantado en otros eventos de Scholas alrededor del mundo.
Además, el Pontífice ingresó al Poliedro ‘Hati Indonesia’, la escultura realizada con materiales naturales y reciclables, en la que trabajaron más de 1.500 personas junto a Scholas y que simboliza el corazón de Indonesia. En el interior de la estructura, se guardaron objetos personales, fotos, escritos, dibujos y juguetes de los participantes en el proyecto.
Antes de entrar al poliedro, el Pontífice fue recibido por dos internos que participaron en el proyecto desde la cárcel, quienes le entregaron dos esculturas creadas especialmente para él, representando un gesto de inclusión y esperanza.