Cuando se les preguntó a los encuestados qué consumos hedónicos había realizado en los últimos 30 días (salidas, compra de indumentaria, de tecnología y electrodomésticos, o uso de servicios de delivery), el 53% y 57% de los integrantes de las clases media-baja y baja, respectivamente, dijeron “ninguno”, por encima del promedio general del 51% que ya era el nivel del último semestre de 2023 y que se mantiene en el arranque de este año.
El comportamiento restrictivo de los consumidores, incluyendo a las clases alta y media alta, que también han reducido sus gastos (con un 28% y 35% respectivamente que no realizó consumos hedónicos el último mes), afecta a todas las categorías y canales.
Según el relevamiento, las caídas de consumo entre el primer trimestre de 2023 y el mismo período de este año fueron del 45% en electrodomésticos; 32% en insumos de la construcción; 30% en despachos de cemento, autos 0 km e indumentaria; 27% en motos; 25% en shoppings; 13% en farmacias y 12% en combustibles, entre otras.
El 46% de los encuestados afirmó que necesita que la situación económica comience a mejorar y que no puede esperar, por lo que hay un reclamo de que se tomen medidas de alivio que, en muchos casos, no forman parte del manual libertario. Por ejemplo: se pide establecer una canasta básica de productos con precios regulados y accesibles; subsidios a la luz y el gas (justo cuando el Gobierno los está retirando para los segmentos medios y bajos (N3 y N2); aumento de la jubilación mínima, subsidios al transporte y programas tipo Precios Cuidados.
Todo esto se da en un contexto de creciente preocupación por el empleo. El 50% considera que tendrá una situación laboral inestable en los próximos seis meses.
El contraste es nítido: mientras que el 43% de los encuestados señalaron que el escenario general mejorará y el 41% que la inflación bajará, del otro lado el 52% prevé que la capacidad de compra continuará en un nivel bajo; el mismo porcentaje se observa ante la pregunta sobre el empeoramiento de la estabilidad laboral personal.
El dato es más contundente todavía cuando a la gente se le preguntó si los ingresos familiares alcanzaban para cubrir los gastos mensuales, ya que el 72% señaló que están por debajo de ese nivel y el 55% declaró tener deudas; en ambos casos se trata de cifras peores a las del año pasado.
En el trabajo consultaron además cuáles son las expectativas de que se produzca una hiperinflación en el país, un fenómeno que en el país se registró por última vez en 1990 y que desapareció de la faz de la Tierra este siglo. Al respecto, explicaron que la probabilidad de que se repita en la Argentina se ubicaba en un 54% en noviembre, bajó al 46% en diciembre, al 36% en abril y al 35% en mayo.
También retrocedió el temor a que haya una crisis macroeconómica en los próximos meses: pasó del 65% en el primer semestre del 2023 a un 60% en el mismo período de este año; en mayo último este porcentaje se redujo al 45%.
Sin embargo, el informe aclaró que “esta mejora aún no se traduce en el día a día del consumidor”, ya que “a nivel micro se vive un escenario negativo”.