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Por los femicidios, este año quedaron cien niños huérfanos

Por los femicidios, este año quedaron cien niños huérfanos

A diez años de la creación de la agrupación Ni Una Menos, este informe de la asociación civil La Casa del Encuentro revela que en lo que va del año ya se produjeron 103 femicidios. El drama de los chicos que se quedan sin madre.

Un reclamo que no cesa: basta de femicidios.

Fuente: https://www.diariopopular.com.ar/

Cien niños y adolescentes quedaron huérfanos al ser asesinadas sus madres, como producto de los femicidios registrados en el país en los primeros cinco meses de este 2025.

Y casi la mitad de ellos son pequeños, ya que el relevamiento de la asociación civil La Casa del Encuentro señala que en el 47% de ellos se trata de menores de edad, que debieron quedar al cuidado de sus familias maternas.

En el informe mensual de la entidad, que en este caso coincidió en su difusión con el 10° aniversario del Ni Una Menos, se señaló que «desde el 1 de enero al 31 de mayo de 2025, se produjeron 103 femicidios y vinculados de mujeres y niñas y 6 femicidios vinculados de varones adultos».

Según el Observatorio de Femicidios en Argentina «Adriana Marisel Zambrano» que dirige La Casa del Encuentro, en el último mes se reportaron 13 víctimas fatales, representando una baja en relación a abril cuando fueron 16.

Y también marca una tendencia decreciente, ya que en enero se produjeron 27 femicidios, 28 en febrero y 25 en marzo.

«El 59 % de los agresores eran parejas o exparejas de las mujeres», se destacó, ya que ellos participaron en 61 casos. El resto de los hechos fueron consumados por hijos/hijastros (7), conocidos/vecinos (12), otros familiares (6), padre/padrastro (1) y sin vínculo aparente (16).

«Como cada informe lo demuestra, el lugar más inseguro para una mujer en situación de violencia continúa siendo su vivienda o la vivienda compartida con el agresor, ya que el 67 % fueron asesinadas en su hogar», sentencia el documento.

De acuerdo al desglose estadístico, 69 hechos ocurrieron en el hogar de residencia de la víctima, 6 en la casa del femicida, 23 en la vía pública (ya sea calles, descampados o cursos de agua), 2 en hoteles alojamientos, uno en el lugar de trabajo de la mujeres y los dos restantes en distintas viviendas.

Sobre la edad de las víctimas de estos 109 femicidios ocurridos en lo que va del año, la mayoría fueron mujeres de entre 31 y 50 años con 38 casos, 29 de jóvenes de 19 a 30, 15 de la franja etaria de 51-65, 12 adultas mayores (66-90), siete adolescentes y una niña.

Mientras que en relación a la modalidad del hecho, se detalló que 27 fueron baleadas, 24 apuñaladas/degolladas, 20 por golpes, 18 ahorcadas/estranguladas y 6 quemadas sus cuerpos, luego de ser asesinadas.

Y si bien los femicidios abarcan el territorio nacional, en términos absolutos Buenos Aires sigue siendo la provincia con más casos (39), seguida por Santa Fe (14), Córdoba (7) y Chaco y Mendoza (6).

Luego se ubican Salta (5), Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jujuy, Río Negro, Misiones y Tucumán (3), Santa Cruz, Neuquén, Santiago del Estero y Entre Ríos (2) con un caso, Formosa, Catamarca y Tierra del Fuego.

En estos primeros cinco meses del año no se relevaron femicidios en ls provincias de Corrientes, San Luis, Chubut, San Juan, La Rioja y La Pampa.

Además, el informe puntualiza que 18 de las víctimas habían radicado la denuncia por anteriores episodios de violencia de género y que siete de los que se convertirían en femicidas tenía dictada una medida cautelar de prevención, que desobedecieron para matar.

También que nueve de los femicidios ocurrieron en contexto de narcocriminalidad, con mujeres con o sin vínculo con bandas dedicadas a la venta o tráfico de drogas.

«Contradiciendo dichos y políticas de este gobierno, desde nuestro Observatorio seguimos contabilizando femicidios. La violencia más extrema hacia una mujer que demuestra que, sin ninguna duda, han existido previamente todas las otras violencias por motivos de género durante las cuales no fueron protegidas», afirman desde La Casa del Encuentro.

A modo de conclusión, manifiestan que «no son solo números, son vidas truncadas, hijos e hijas que quedaron sin madre y familias destruidas. No son asesinatos «ideológicos» ni hechos meramente policiales, son parte de un sistema patriarcal que nos domina socio culturalmente y que nos impide vivir libres de violencia».

 

Ley Brisa: ya nadie ayuda a los huérfanos de femicidios

Ley Brisa: ya nadie ayuda a los huérfanos de femicidios

En el primer semestre de 2024 fueron 151 los hijos que perdieron a sus madres en hechos de violencia de género. La ley no se aplica desde diciembre pasado, no hay altas y no se sabe dónde realizar el trámite.

La Ley Brisa cumple hoy seis años. Desde diciembre que no se aplica.Fuente; https://www.diariopopular.com.ar/

Sólo en el primer semestre del año, 151 chicos se quedaron sin sus madres porque fueron asesinadas en hechos de extrema violencia machista. Las estadísticas dicen que son «las víctimas colaterales» de los femicidios y que ya son 4.500 en la última década y media. Brisa es una de esas niñas que perdieron a su mamá y una Ley lleva su nombre.

La Ley cumple hoy seis años

El 4 de julio de 2018, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de reparación a hijos e hijas de madres víctimas de femicidios, por lo que niñas, niños, adolescentes o jóvenes cuyas mamás fueron asesinadas en hechos de violencia de género pueden cobrar hasta que cumplan 21 años el equivalente a una jubilación mínima (y en el caso de alguna discapacidad, de por vida).

Daiana de los Angeles Barrionuevo tenía 24 años cuando desapareció el 20 de diciembre de 2014. La encontraron muerta tres semanas después, el 10 de enero de 2015, dentro de una bolsa de consorcio en un arroyo de Moreno. La había asesinado su pareja, Iván Rodríguez, de quien pretendía separarse. Daiana tenía hijos gemelos de 7 años, y a Brisa, de 2. Primero se fueron con su abuelo, hasta que Cintia, su tía, hermana de Daiana, los llevó a su casa.

Las estadísticas de la asociación civil La Casa del Encuentro revelan que 7 de cada 10 femicidios en Argentina se cometen por la pareja o ex pareja de las víctimas, que suelen ser los padres de los hijos e hijas que quedan huérfanos al mismo tiempo: madres muertas, padres encarcelados. Algunos se suicidan, otros se profugan. Lo concreto es que ese padre también está perdido para los niños, y de hecho la Justicia en la mayoría de los expedientes les quita los derechos sobre ellos.

La mayoría de los hijos e hijas de las mujeres que han sido asesinadas pasan a vivir con familiares que asumen la responsabilidad de criarlos y mantenerlos. La tía de Brisa -hoy de 12 años-, por ejemplo, tenía tres hijos, y desde el asesinato de su hermana, cría y mantiene a seis, junto con su marido Marcelo.

Los informes sobre femicidios también confirman que muchas de las mujeres asesinadas habían denunciado por violencia a sus asesinos. Alertas que no llegaron a convertirse en protección, seguridad concreta, que permita evitar el hecho trágico.

Así, la Ley Brisa es una ayuda, pero también una reparación. Un reconocimiento del Estado por no haber evitado esa muerte. Y el deber de la sociedad de garantizar derechos a niños, niñas y adolescentes. Las hijas y los hijos de las víctimas son responsabilidad de todas y todos.

Antes de ser votada en 2018, el proyecto de Ley Brisa estuvo dos años en el Congreso sin moverse. Luego, comenzó un lento camino de implementación, que derivó en la conformación de la Comisión Permanente de Seguimiento (CoPeSe) de cada situación, integrada por equipos técnicos de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Nación (MMGyD) y la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), para todas las tareas relacionadas al Régimen de Reparación Económica (RENNyA).

Hasta diciembre pasado, el reclamo generalizado para la Ley Brisa era la necesidad de que la reparación sea universal y llegue efectivamente a todos los chicos y jóvenes que perdieron a su madre en femicidios, en relación a problemas de la letra chica de la ley que propone, por ejemplo, la necesidad de que los beneficiarios sean hijos biológicos del autor del femicidio. La interpretación fue mutando desde el Estado para que la reparación llegue a los hijos de las mujeres asesinadas, sin importar otras cuestiones.

Sin embargo, con la actual administración nacional el mapa para la Ley Brisa cambió abruptamente. La organización Atravesados por el Femicidio, que nuclea a familiares de víctimas, viene alertando que desde el 10 de diciembre pasado no hay altas para la reparación.

De esta manera, los hijos de mujeres asesinadas desde que asumieron las actuales autoridades no reciben ese derecho. Tampoco tienen dónde anotarse o comenzar los trámites.

Mientras tanto, se sigue con atención lo que ocurre con las más de 1.400 reparaciones que se emitieron antes, mientras en distintas provincias se denunciaron interrupciones o atrasos en el pago. El panorama desolador se completa con el CoPeSe disuelto, lo mismo con el MMGyD, equipos enteros de la Senaf que fueron echados y ajustes en la ANSES.