Horror en México: lo secuestraron y como su familia no pudo pagar su rescate, lo tiraron a los cocodrilos
La víctima era un maestro de 40 años. Los sospechosos del aberrante hecho son dos adolescentes, que incluso fueron exalumnos de él, por lo que analiza si es que hubo otras motivaciones, además de la económica.
Fuente: https://www.canal26.com/
Un aberrante hecho tuvo lugar en México, donde un maestro fue brutalmente asesinado, luego de haber sido secuestrado y cuando su familia no pudo pagar su rescate, los secuestradores lo arrojaron a los cocodrilos.
Además, se supo que la víctima -de 40 años-, fue salvajemente golpeado por adolescentes (sus secuestradores) antes de ser arrojado a los animales salvajes.
La policía investiga los motivos que llevaron al brutal asesinato
Más allá de la obvia motivación económica, la policía mexicana investiga si hubo otros móviles que llevaron a estos dos adolescentes (de 17 y 18 años), principales sospechosos de ser los responsables del horror sucedido, a hacer lo que hicieron.
Un dato no menor es que ambos fueron exalumnos de Diego Yasmar Barrales San Juan, este maestro de 40 años asesinado.
La familia de este hombre había denunciado su desaparición hasta que horas más tarde fue sorprendida por un llamado telefónico donde se les exigía que pagasen 2 millones de pesos mexicanos en concepto de rescate (un equivalente a 100.000 dólares).
El pasado 6 de agosto salió de su casa para ir a desempeñar sus tareas de docente, pero en el camino de su casa al establecimiento donde trabajaba fue interceptado por los secuestradores. A su vez, su auto fue hallado en un camino rural en Álamo Temapache, al noreste de la Ciudad de México, al día siguiente.
La causa de la muerte de este maestro no quedó clara, pero lo que sí pudieron determinar los investigadores es que fue golpeado brutalmente antes de ser asesinado.
Los sospechados de ser los responsables del asesinato, los dos adolescentes, fueron detenidos el pasado 6 de septiembre, por lo que quedaron imputados en la causa.
Lo que entiende la policía es que, además de las intenciones de cobrar un dinero por el rescate, los adolescentes habrían tenido otras motivaciones.