Advierten que Formosa sufrió la mayor caída en la construcción durante agosto

Advierten que Formosa sufrió la mayor caída en la construcción durante agosto

“Seguimos en rojo”, dijo el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Edgardo Hoyos. Sostuvo que sólo la obra privada mantiene la actividad, así como la obra pública provincial. “No hemos recibido ni un solo centavo de la deuda que el Estado nacional tiene con nosotros”, remarcó

Advierten que Formosa sufrió la mayor caída en la construcción durante  agosto - Diario La Mañana

Fuente: https_www.lamañanaonline.com.ar/
La Cámara Argentina de la Construcción en Formosa advirtió que la provincia sufrió la mayor caída en la actividad durante agosto, y que si bien a nivel nacional se observa una muy leve recuperación, las empresas constructoras formoseñas están “en rojo.

El presidente de la entidad, Edgardo Hoyos, dijo que la caída de la actividad en Formosa fue mayor en gran parte debido a la suspensión de aportes nacionales para la obra pública. “Estamos complicados, sólo se están llevando a cabo obras privadas y algunas de obra pública financiadas con fondos provinciales”, manifestó, enfatizando que estos fondos no son suficientes para satisfacer las demandas existentes.

 

Para ilustrar la situación, comentó que el mes pasado, las ventas de insumos de construcción mostraron un descenso del 4,3% en comparación con el mismo mes del año anterior, y una disminución acumulada de casi el 30% en comparación con el período de enero a agosto de 2023. Subrayó que, a pesar de un leve repunte en las ventas en junio y julio, la recesión sigue siendo palpable, dejando a las empresas constructoras en una situación crítica.

Obra pública

En cuanto a la obra pública, Hoyos indicó que el Gobierno nacional había anulado por completo los proyectos desde diciembre pasado, y aunque algunos convenios fueron firmados, no se han concretado los pagos a las empresas constructoras.

“No hemos recibido ni un solo centavo de la deuda que el Estado tiene con nosotros”, añadió, detallando, ante la consulta de La Mañana, que vienen del Gobierno nacional anterior, correspondiente a los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2023.

Hay algunas empresas que tienen deudas “de un poquito más atrás inclusive, pero son las menos”, añadió, al tiempo que detalló que las redeterminaciones de precios que ya venían pagándose en forma lenta, quedaron todas frenadas.

 

“En diciembre, con la devaluación, caímos en un pozo enorme que se mantuvo durante enero, febrero y marzo. Después siguió disminuyendo la actividad. Recién en abril comenzó a estacionalizarse, y en junio y julio, las ventas comienzan ligeramente a repuntar, por ejemplo, en la venta de insumos”, dijo.

En lo que es obra en sí, dijo que se continúa igual que en diciembre, solamente con la obra pública provincial. “El Gobierno nacional, cuando asumió, mandaron la obra pública a cero, algo increíble, inaudito, nunca visto”, remarcó.

Este escenario también tiene su impacto en el empleo. Según el empresario, de los 7.500 trabajadores que había en la construcción en noviembre de 2023, actualmente sólo quedan aproximadamente 2.200. A esto se suma que varias empresas están inactivase incluso en quiebra.

A todo esto, reconoció que para lo que resta del año, las expectativas son muy bajas. “Nos están usando como ‘pato de la boda’. Celebramos la búsqueda de un déficit cero, pero pagamos un alto precio por ello”, expresó Hoyos, quien también destacó la presión que enfrentan las familias de los trabajadores del sector.

La finalización de los subsidios por desempleo en los próximos meses podría agravar aún más la situación.

Las esperanzas están puestas en que la obra privada comience a recuperar impulso, lo que podría generar nuevos empleos y reactivar el sector. Sin embargo, el panorama sigue siendo incierto y preocupante para una industria que es fundamental para el desarrollo económico de la provincia.

Concluyó enfatizando la necesidad de mayor diálogo y apoyo del gobierno para el sector de la construcción, que no sólo afecta a las empresas, sino a miles de familias que dependen de su viabilidad.