El Concejo Deliberante autorizó a la Municipalidad a comprar colectivos
Vecinos del Lote 110 y 111 exigieron transporte en la sesión. Afirman que no tienen bandera política, sino la necesidad de contar con los colectivos para que sus hijos puedan ir a la Escuela. Hay total hermetismo de Crucero del Sur y la UTA sobre el pago de lo que se les adeuda
El Concejo Deliberante capitalino autorizó a la Municipalidad a comprar colectivos, en un paso fundamental para la conformación de un nuevo servicio de transporte en la ciudad, ante la inminente salida de Crucero del Sur.
Puntualmente, los ediles aprobaron un artículo que autoriza “la compra directa de automotores para transporte público”, sin especificar el modo de financiamiento ni si el Ejecutivo puede endeudarse para ello, según detalló el concejal Patricio Evans, de Nuevo País.
Ya se había adelantado que el plan de la Comuna es adquirir unidades y armar un nuevo esquema con la probable participación de capitales privados, para conformar una empresa mixta.
Por su parte, desde Crucero del Sur y la Unión Tranviarios Automotor guardan silencio respecto a si se concretó el pago de uno de los tres sueldos que se adeuda a los trabajadores, lo que acercaría al menos un poco a un principio de solución al conflicto, como paso previo al retiro de la empresa, que dejará la ciudad. Para ello habrá que rescindir el contrato, pero la Comuna exigió que se ponga al día con los empleados e indemnice a los que se consideraron despedidos.
Reclamo
Durante la sesión, un grupo de vecinos de los barrios 110 y 111 se hizo presente en el Concejo Deliberante reclamando a viva voz que se vuelva a prestar el servicio de transporte público. Una parte de los manifestantes pudo ingresar al edificio legislativo comunal, mientras otros aguardaron afuera.
“Queremos transporte”, cantaron mientras los ediles llevaban adelante la sesión ordinaria, que no tuvo en el temario del día ningún expediente relacionado a la situación de los colectivos en la ciudad.
Los vecinos habían advertido que la manifestación sería espontánea y no se realizaba bajo banderas políticas, sino que respondió a la necesidad de que sus hijos cuenten con el servicio para ir a la escuela, dado que deben caminar largas distancias para concurrir a clases todos los días o pagar transportes más costosos.
“No puedo pagar un remis o taxi para que mi hijo vaya a la escuela”, remarcó una de las madres que concurrieron asegurando que, por este motivo, el niño falta a clases más de una vez por semana. Según dijo a La Mañana, en la institución entienden la situación, pero si bien se justifican las inasistencias, lamenta que su hijo pierde clases y no aprende lo que debe.
Esta es la primera de las dos manifestaciones que habrá esta semana reclamando la restitución del servicio de transporte, dado que este sábado, comerciantes y vecinos también exigirán lo mismo.
Será en las plazas de cada barrio, justamente para hacer notar que no es posible una concentración en un lugar único por no contar con movilidad.
Los dueños de negocios afirman que las ventas se derrumban porque no hay gente circulando, sobre todo en el centro, por falta de colectivos, mientras que los particulares reiterarán la preocupación por la situación de estudiantes y trabajadores.
Remises piden disminuir las exigencias para el servicio
También en lo referente al transporte, agencias de remises se reunieron con la Comisión de Transporte y Tránsito del Concejo Deliberante para exigir “igualdad de condiciones” para competir con Uber, lo que significa una marcada disminución de requisitos para el servicio de remises.
En una lista que presentaron a los concejales, pidieron que se les deje de exigir el color blanco para los autos, porque plotearlo de ese color vale entre $ 200.000 y $ 300.000. También que se elimine el uso del odómetro y, en cambio, se implemente una aplicación provista por la Municipalidad, dando libertad a que cada agencia decida la tarifa para su servicio. Otra propuesta es que se vuelva al sistema antiguo, cuando el conductor consultaba a la base la tarifa según la distancia recorrida, y desde allí le informan según lo establecido por la Comuna.
Del mismo modo, reclaman que las agencias ya no estén obligadas a contar con playa de estacionamiento, que no se exija más licencia de conducir profesional a los remiseros ni carnet de sanidad.
Tampoco quieren que sea obligatoria la fumigación de sus sedes y que los vehículos afectados al servicio tengan libre estacionamiento en la ciudad, respetando las normas de tránsito establecidas.
Consultado por La Mañana, el propietario de Remises Norte, Luis Esquivel, aseguró que muchos remiseros trabajan con Uber porque “tienen que llevar algo a la casa”, pero que con esa aplicación se trabaja a pérdida porque las tarifas que aplica “no tienen en cuenta el valor del bien”, es decir, del vehículo.
“Nosotros desde la agencia somos un nexo entre el pasajero y el móvil. Defendemos al pasajero porque necesitamos de los llamados, pero también necesitamos de los vehículos”, señaló.
Mencionó la necesidad de que se extienda la antigüedad de los autos afectados al servicio, dado que Uber acepta desde modelo 2004. Solicitan además que se deje de pedir RTO cada seis meses o un año, también para ponerlos en igualdad de condiciones con la aplicación.
Ante lo que consideró una “competencia desleal” de Uber, Esquivel afirmó que los concejales, tanto de la oposición como del oficialismo, estaban de acuerdo con lo planteado y que verían de elaborar una ordenanza nueva o cambiar artículos que de la que está vigente.
El propietario de Remises Norte expresó finalmente que si bien están contemplados como un servicio público, deberían ser catalogados como servicio privado, de lo contrario, antes debieron haber tenido subsidios como los colectivos.