El Papa Francisco convoca una jornada de ayuno y oración por la paz

El Papa Francisco convoca una jornada de ayuno y oración por la paz

Hoy lunes 7 de octubre, a un año del ataque de Hamás a Israel, los católicos de todo el mundo están llamados a rezar por la paz.

Iglesia de Santa María la Mayor - El Papa Francisco ora por la paz

Fuente: https://www.diariopopular.com.ar/

 

El Papa Francisco convocó a los fieles a vivir una jornada de oración y ayuno por la paz este lunes 7 de octubre, al cumplirse un año del inicio de la guerra entre Israel y el grupo Hamás.

El llamado a la oración por el cese de la guerra en medio Oriente lo realizó al término de la Misa inaugural de la segunda sesión de la asamblea del Sínodo de la Sinodalidad, celebrada el miércoles pasado y lo reiteró este domingo.

Al concluir su homilía, el Pontífice exhortó a los participantes en el Sínodo a retomar este “camino eclesial” con la mirada puesta en el mundo, ya que “la comunidad cristiana está siempre al servicio de la humanidad, para anunciar a todos la alegría del Evangelio”.

Remarcó asimismo que esto es necesario especialmente en esta “hora dramática de nuestra historia, mientras los vientos de guerra y los fuegos de la violencia siguen perturbando a pueblos y naciones enteras”.

En la Basílica de Santa Maria la Mayor

A los pies de la Santísima Virgen María, en la víspera de la jornada de ayuno y oración por la paz, desde la Basílica de Santa María la Mayor, un sitio muy querido para él, Francisco elevó una fervorosa súplica a Nuestra Señora este domingo. A Ella, que conoce los dolores y las fatigas «que en esta hora abruman nuestro corazón», como expresó en su plegaria, le pidió: «¡Escucha nuestro clamor!».

Tras rezar el santo rosario junto a los miembros del Sínodo, a quienes invitó especialmente a esta iniciativa, el Sucesor de Pedro exclamó:

“Necesitamos tu mirada amorosa que nos invita a confiar en tu Hijo Jesús. Tú que estás dispuesta a acoger nuestros dolores, ven a socorrernos en este tiempo en que estamos oprimidos por las injusticias y devastados por las guerras; enjuga las lágrimas sobre los rostros sufridos de cuantos lloran la muerte de sus seres queridos; despiértanos del letargo que ha oscurecido nuestro camino y despoja nuestros corazones de las armas de la violencia, para que se cumpla pronto la profecía de Isaías: «Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra».

Francisco le suplicó dirigir su mirada maternal a la familia humana, «que ha perdido el gozo de la paz y ha extraviado el sentido de la fraternidad», así como «interceder por nuestro mundo en peligro, para que custodie la vida y rechace la guerra; para que cuide a los que sufren, a los pobres, a los indefensos, a los enfermos y a los afligidos, y proteja nuestra casa común».

«Convierte los corazones de quienes alimentan el odio, silencia el ruido de las armas que provocan la muerte, apaga la violencia que habita en el interior del hombre e inspira proyectos de paz en las decisiones de quienes gobiernan las naciones», fue otra de las peticiones del Pontífice.