Advierten que hay 50.000 búnkeres para venta de drogas en el país
El dato fue aportado a Diario Popular por la Asociación Antidrogas de la República Argentina. Los búnkeres reclutan a unas dos millones de personas para le venta de estupefacientes.
Fuente: https://www.diariopopular.com.ar/
Sigue la conmoción por el espeluznante homicidio de Franco Ezequiel Vera, el joven de 22 años ejecutado de un balazo en la cabeza cuando pasaba frente a una casa de Morón Sur donde se vendían drogas. Mientras avanza la pesquisa, con la indignación popular en aumento, un informe pone de manifiesto que en la Argentina funcionan más de 50.000 bunkers de drogas, que reclutan a unas dos millones de personas para la venta de estupefacientes.
El dato fue aportado a Diario Popular por el experto Claudio Izaguirre, titular de la Asociación Antidrogas de la República Argentina. «Los grupos narcos requieren espacios de ventas y por supuesto vendedores, mulas para transportar y personas para embolsar o custodiar. Es una enorme industria, muy organizada y sin piedad, razón por la cual los muertos se cuentan por centenares año tras año», aseguró.
El caso en Morón también dejó en claro el drama del consumo en el país. «La situación con las adicciones a las drogas es cada vez más que preocupante. Se calcula que hay un total de seis millones de adictos a diversas drogas, muchos de los cuales presentan conductas violentas, perpetran robos para comprar las dosis, cometen suicidios y hasta llegan a protagonizar homicidios», precisó el especialista.
El joven ahora detenido por el crimen del albañil en Morón Sur presenta un gravísimo problema de consumo. «Hablamos de personas que no obtienen ningún tipo de atención. En su mayoría, por su estado mental, no pueden pedir ayuda, no se presentan a espacios de asistencia, y cuando pueden concurrir no tiene respuesta inmediata. Cuando los adictos tienen un problema físico producto del consumo, son atendidos hasta que esa dolencia se subsana. Si la persona tiene problemas mentales por el consumo, aparecen rasgos esquizofrénicos, paranoicos o psicóticos, esa persona tendrá brotes, y luego lo mandan de nuevo a la casa. No se ataca el problema desde la base», señaló Izaguirre.
En ese sentido, también explicó que, «en muchos casos, los adictos terminan robando, cometiendo suicidio o matan a otras personas, y para volver a la forma de cuidado debemos pensar en una nueva Ley de Salud Mental, porque necesitamos atender a las personas con problemas en tiempo y forma». Asimismo, adelantó que «la Asociación prepara una serie de escritos para que lleguen a los senadores y diputados nacionales, entidades gubernamentales y otros espacios, para que comprendan este drama social que tenemos, con más de seis millones de adictos a las sustancias».
Sobre la venta de estupefacientes en los más de 50.000 bunkers de drogas del país, Izaguirre señaló que «les pagan un dinero importante, logrando que sus familias no puedan casi oponerse. Hablamos en muchos casos de niños y jóvenes de familias muy humildes, con extrema vulnerabilidad. El narcotráfico sabe bien encontrar las grietas sociales, y ahí se mete. Se instala. Y resulta muy dificultoso luego trabajar para desarmar esas estructuras, que son de poder y territoriales».
«Dentro de estos grupos de venta de estupefacientes hay que mirar al distribuidor mayorista, que se encarga de llevar la droga a los barrios. Allí tenés el vendedor de cada zona, el principal, que tiene a su cargo dealers, que son las personas que venden para él. Muchos son consumidores que encuentran en el comercio la forma de mantener su consumo en forma gratuita», añadió el titular de AARA.
Para el experto, «si los controles llegan a mermar, los números actuales se duplicarían, por lo que no resulta aconsejable que se relajen las políticas para perseguir a quienes lucran con los estupefacientes y la salud de millones de personas, y sus familias, que padecen verdaderos calvarios».