Uruguay: el conmovedor relato de un pescador que nadó cuatro horas para salvarse
«Era sobrevivir o abrir la boca y ahogarme”, declaró Matías Pereyra, un joven de 24 años que pudo llegar a la costa después de haber caído al mar sin salvavidas desde una embarcación mar situada adentro a la altura de La Pedrera.
Fuente: https://www.diariopopular.com.ar/
Matías Pereyra vivió este domingo a sus jóvenes 24 años la experiencia más dramática de su vida. Había salido a pescar con dos amigos a bordo de la embarcación María Ximena cuando, tres kilómetros mar adentro de la costa de La Pedrera, uno de los balnearios más conocidos de Rocha, Uruguay, le avisó a uno de sus compañeros que se iría a dormir a la popa.
En determinado momento, mientras buscaba abrigo, la barca giró para un costado y él terminó en el agua. Un rato después, cuando lo fueron a buscar, sus amigos notaron que ya no estaba. Rápidamente, le avisaron a Prefectura de La Paloma lo que estaba sucediendo, por lo que comenzó un importante operativo para tratar de buscar al joven que había caído al agua sin salvavidas.
Otros seis barcos de pesca artesanal como el María Ximena navegaron durante horas por el Océano Atlántico en busca del joven colega. Ninguno de ellos sabía que, a escasos kilómetros de distancia, Matías estaba gestando su propio milagro. Y quién mejor que él para contarlo.
“Yo iba acostado en el gallinero reposando. Llevábamos una salida e íbamos a descansar”, narró. Como el mar estaba golpeando la proa, Pereyra se estaba mojando y decidió ponerse un abrigo. Cuando se levantó para hacerlo, cayó al mar. “Antes de caer al agua, pegué el grito: ‘Hombre al agua’. Después grité tres veces más, pero no me sintieron porque el escape de la barca es ruidoso”, relató.
El joven quedó entonces a la deriva en el Océano Atlántico. Desde donde estaba, solo veía una antena en la tierra y aseguró que por su cabeza pasó “de todo”. “Es una experiencia que es sobrevivir o, como también se me pasó por la mente por decirlo de forma bruta, abrir la boca y ahogarme”, aseguró.
La llegada a la orilla no fue sencilla, ya que mientras nadaba el pescador sintió diez calambres. “Cuando llegué a la costa habían surfistas y se ve que pensaron que estaba con una tabla. Entonces, me miraban nomás. Cuando salí sin tabla, aparecí por detrás a la gente que me estaba buscando. Los de Prefectura estaban con largavista. Fue un milagro y me ayudó el mar. Si fuera un día calmo, si estaba dos horas en el agua me iba a pique. El mar me ayudó a tirarme para afuera. Si hubiese estado muy calmo, parece que no, pero capaz que no la contaba”, cerró.
Según se consignó, Pereyra nadó cerca de cuatro horas hasta terminar saliendo por sus propios medios a la altura de la playa del Barco, en La Pedrera, sitio ubicado a unos 9 kilómetros de donde había caído. Estaba en estado de shock, pero no tenía ninguna lesión. Al llegar fue trasladado a una policlínica cercana de ASSE para ser revisado. El Facebook Ballenas de La Pedrera publicó un video con la reacción de la gente tras su aparición. “A Dios gracias, el chiquilín salió nadando”, indicó una señora que filmaba cómo una decena de personas se había juntado en la rambla. “¡Está bien!”, dijo la mismo mujer. “¡Qué nervios! A Dios gracias está bien, está contenido por su familia. Estamos acá festejando que todo salió bien”, celebró.