Obras ejecutadas en el Oeste encauzan crecidas y protegen de los desbordes a varias comunidades
Destacan que los trabajos permitieron, además, que se haya recargado todo el sistema hídrico en la región, logrando la óptima alimentación del Bañado La Estrella
El administrador de Vialidad Provincial, ingeniero Javier Caffa, destacó que las distintas obras que viene realizando el gobierno en el Oeste de la provincia por las crecidas del río Pilcomayo ya mostraron sus efectos positivos al contener el embate de las aguas que son contenidas por los terraplenes construidos por máquinas y personal del organismo vial, y que evitan que se afecte a las comunidades del lugar.
En diálogo con La Mañana, el funcionario provincial puso de relieve que estas obras de protección y mitigación ante los desbordes del río Pilcomayo en el Oeste de la provincia “es una cabal demostración de un Estado presente, que constituye uno de los ejes centrales en los que se basa la gestión del gobernador Gildo Insfrán”.
Acerca del cuadro de situación en el extremo Oeste, explicó que “en este mes de enero se están dando distintos picos de crecida del río Pilcomayo por lluvias en la cuenca alta (Bolivia), algunos de ellos superan los 1.000m3/seg de caudal. Este importante volumen de agua y sedimentos se suma al ya existente por los primeros derrames que se iniciaron en el mes de agosto y se prolongaron hasta el mes de diciembre de 2024”, indicó.
Dijo que “el caudal mencionado resultó fundamental para mantener una alimentación mínima pero constante al Bañado La Estrella, asegurando la provisión de agua para los productores ganaderos ubicados a la vera del sistema y zonas bajas, y al mismo tiempo manteniendo las condiciones necesarias para mitigar la afectación a la fauna y el ecosistema”.
En este sentido, Caffa contó que “actualmente se recargó todo el sistema, logrando la óptima alimentación del Bañado La Estrella, y la actual disponibilidad de agua para la distribución eficiente hacia aguas abajo de la ruta provincial N° 28 a través de los diferentes sistemas de canalización (Río del Norte, Riacho Salado – El Porteño – He Hé, Canal Lisbel Rivira, Canal del Este, Canal Monte Lindo)”.
Explicó, además, que en el sistema de correderas que transportan las aguas hasta la zona del Bañado, siempre existe un sector denominado de divagación y taponamiento de las correderas fluviales, que se da por la altísima carga de sedimentos en suspensión que arrastran las aguas, los cuales provienen de la alta montaña.
Señaló que ante esta sedimentación, las aguas dejan de estar encausadas en correderas y desbordan laminarmente.
Por esta situación, existe un desborde hacia el norte y otro más preponderante hacia el sur, por lo que apuntó que “ante este escenario, las zonas más sensibles son: en el norte la de Río Muerto – Guadalcázar y en el sur el sector de La Rinconada Criolla – La Represa – El Cañón – Quemado Nuevo”.
Remarcó que “ante este escenario, el Gobierno provincial tiene desplegados ya desde el mes de diciembre, a través de la Dirección Provincial de Vialidad, máquinas y personal, a efectos de realizar los trabajos necesarios para proteger a los centros poblados y distintos parajes”.
Estos trabajos se ejecutan en las zonas de Río Muerto, La Zanja, Bajo Hondo, Alto Alegre, Rinconada Criolla, Quemado Nuevo y el terraplén de mitigación de crecida entre Fortín Soledad y El Churcalito.
Los trabajos fundamentalmente consisten en: desmonte y limpieza de terreno, ejecución de terraplenes de mitigación de crecidas y construcción de espigones disipadores de energía. Las máquinas afectadas son: topadoras, excavadoras, motoniveladoras, tractores y camiones regadores. En todas las zonas vulnerables se encuentran máquinas y personal atentos a la evolución de la crecida.
Hizo notar que los terraplenes de mitigación de crecidas cumplen una importante función, principalmente configuran los límites norte y sur para los posibles desbordes, los cuales no solamente traen agua, sino que también arrastran una gran cantidad de sedimentos que pueden ocasionar daños importantes a la infraestructura y a la población.
Al destacar los buenos resultados de las obras, el ingeniero Caffa hizo notar que las aguas provenientes de las crecidas del Pilcomayo ya impactan sobre los terraplenes de La Rinconada Criolla, La Represa y sobre el terraplén Fortín Soledad – El Churcalito.
“Las obras ejecutadas por el Gobierno a lo largo de varios años han tenido éxito, posibilitan tener una gran longitud de correderas consolidadas que se transformaron en cauce, conduciendo las aguas al gran reservorio formoseño que es el Bañado La Estrella, fuente de agua cruda para más de 250.000 personas y, por otro lado, a través de los terraplenes de mitigación de crecidas la protección de las comunidades, localidades y parajes de toda la zona”, concluyó el administrador de Vialidad Provincial.