Se lleva a cabo este jueves en Atlanta y será el primer enfrentamiento en persona de la campaña de 2024 entre ambos aspirantes.
Fuente: https://www.diariopopular.com.ar/
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el expresidente Donald Trump se enfrentarán este jueves en el primer debate de las elecciones del 5 de noviembre, una cita en un momento trascendental porque el demócrata ha conseguido superar por primera vez a su rival republicano en las encuestas, que están más ajustadas que nunca.
El debate, que se podrá ver desde las 22 en la cadena CNN, tendrá 90 minutos de duración, con dos cortes publicitarios, y reglas estrictas: sin público, ni asesores; con el micrófono cerrado al candidato que no tiene la palabra, y un tiempo máximo de dos minutos para contestar las preguntas de Jake Tapper y Dana Bash, los periodistas a cargo del debate.
Trump ha liderado durante todo el año los sondeos, pero su imagen ha sufrido un leve desgaste desde que fue declarado culpable en Nueva York de falsear registros comerciales para comprar el silencio de una actriz porno en las elecciones de 2016.
Biden, en cambio, tiene el viento de las últimas encuestas a favor con una trayectoria ascendente durante la última semana que lo ha colocado en primer lugar, aunque la diferencia es tan estrecha que no permite hacer predicciones.
La media nacional de encuestas del portal FiveThirtyEight da al actual presidente el 40,8 % de las intenciones de voto frente al 40,7 % de su rival republicano. Eso convierte el debate de mañana en un encuentro decisivo.
«Aunque haya pocos miles de personas en estados clave que cambien de opinión tras el debate, eso ya alteraría la trayectoria de estas elecciones tan reñidas», dijo a EFE Aaron Kall, director del Programa de Debates de la Universidad de Míchigan.
La campaña electoral todavía no ha arrancado formalmente, por lo que el debate es inusualmente temprano, pero los candidatos tienen prisa por conquistar el voto anticipado que en algunos estados comienza en septiembre.
Durante 90 minutos, estarán cara a cara los dos aspirantes de mayor edad de la historia -Biden tiene 81 años y Trump 78 – y también los más impopulares, lo que llevará a muchos ciudadanos a votar por quien consideren el mal menor.
Las miradas estarán puestas en la lucidez y vigorosidad de Biden, cada vez más cuestionado por sus despistes, y en los modales de Trump, conocido por sus bulos e insultos. Además, a los dos les falta práctica, pues no debaten desde 2020.
El republicano lleva días calentando los motores y explotando las debilidades de Biden, a quien retó a someterse a una prueba de drogas para demostrar que no acudirá dopado al debate.
Trump arremeterá contra la gestión migratoria de la Administración demócrata ante lo que considera una «invasión», y señalará con el dedo la inflación que dificulta la compra a las familias.
Por su parte, Biden, quien lleva casi una semana encerrado en la residencia presidencial de Camp David para prepararse, pretende retratar a su antecesor como un peligro para la democracia, puesto que a día de hoy sigue sin reconocer su derrota en las elecciones de 2020.
También lo señalará como un delincuente por su reciente condena en Nueva York y las varias cuentas pendientes que tiene con la Justicia, incluida la acusación por el asalto al Capitolio de 2021, cuando una turba de trumpistas intentó frenar la transición de poderes.
La sensación generalizada entre los analistas es que será un cara a cara con más ataques personales que propuestas.
El evento no tendrá público y estará moderado por los periodistas Jake Tapper y Dana Bash. Biden y Trump no podrán hablar con sus asesores durante las dos pausas comerciales y tienen prohibido llevar anotaciones preparadas.
Por sorteo se decidió que el podio de Biden se sitúe en el lado derecho de la pantalla y el de Trump en el izquierdo. El republicano será el encargado de cerrar el debate con las declaraciones finales.