Ucrania y Estados Unidos en una competencia feroz contra Rusia y China por el desarrollo de armas futuristas
En una lucha ideológica y pragmática por la influencia global, donde cada decisión y movimiento puede alterar el delicado equilibrio que evita un conflicto a gran escala, el desarrollo de instrumentos, máquinas o medios que se utilizan para atacar o defenderse es fundamental.
Fuente: https://www.canal26.com/
No es novedad que las guerras tienen un papel cada vez más importante a lo largo y ancho del planeta, teniendo en cuenta el conflicto bélico abierto en Ucrania. Ante este contexto, las principales potencias mundiales, como China, se encargan del desarrollo de armas letales que funcionan como disuasorias de cualquier tipo de enfrentamiento.
Similar a lo que ocurrió durante la Guerra Fría, las fuerzas armadas más importantes del mundo desarrollan misiles y drones futuristas que alejan a sus rivales geopolíticos de un posible combate que los involucre directamente. La diferencia en comparación con ese contexto es que el Ejército más poderoso del mundo, Estados Unidos, apoya a Ucrania y las dos tropas que completan el podio de los más potentes mantienen lazos estrechos entre sí de cara a una guerra que marca el inicio de una nueva era en los conflictos internacionales
La nación norteamericana siempre fue la primera potencia militar, debido a que cuenta con un ejército que asusta tanto en materia tecnológica como en número de soldados. Luego de años de haber estado en la vanguardia en todos los campos, ahora le están surgiendo competidores realmente peligrosos y esto se debe en buena medida a la existencia de un rearme significativo del polo económico opuesto.
Uno de los ejemplos más claros de este panorama es China, que cuenta con armas futuristas hipersónicas. Siendo esto algo que a Estados Unidos le está costando horrores desarrollar, la preocupación del país que eligió como presidente a Donald Trump es total: las nuevas herramientas pueden llevar hasta cinco tipos distintos de munición y son muy difíciles de detener por los escudos de defensa actuales debido a su velocidad y alta maniobrabilidad.
Se trata del GDF-600, un dron que, si bien se estima estaría pensado para un contexto bélico regional con Taiwán o en el Mar de China Meridional, tiene un alcance que podría ampliarse hasta los 6.000 kilómetros. De este modo, las nuevas armas chinas supondrían una capacidad de ataque intercontinental.
Ucrania no se queda atrás y ataca a Rusia con armas innovadoras
Ucrania sigue dependiendo de la ayuda militar exterior para poder hacer frente a la invasión militar rusa, pero en los últimos dos años multiplicó por seis la producción industrial propia. Así, desarrolló numerosos misiles y drones de largo alcance.
Ahora, el país presidido por Volodímir Zelenski, consciente de que el futuro de la guerra será una competición entre la tecnología de los drones y la de los antidrones, avanza hacia el despliegue de una nueva generación de ‘superdrones’ capaces de usar sistemas de guía inercial y GPS para encontrar y destruir su objetivo.
Tras haber fabricado más de un millón de drones en 2024, Ucrania presentó un nuevo misil de crucero denominado Peklo. Este híbrido de dron y misil que significa ‘infierno’ en ucraniano, tiene un radio de acción de 700 kilómetros y alcanza velocidades de 700 kilómetros por hora.
Este tipo de arma, con capacidad para cargar unos 50 kilos de explosivos, es perfecta para golpear refinerías, depósitos de petróleo y otros objetivos inflamables, y puede emplearse también con éxito contra aeródromos militares y aviones. Todos ellos son objetivos prioritarios para Ucrania, que los viene golpeando casi siempre con los drones de largo alcance que ya produce de forma masiva.
Si el futuro de la guerra son los drones, Estados Unidos prepara un sistema de defensa
Mientras Estados Unidos lidia con crear cazas a reacción que funcionen por inteligencia artificial como drones totalmente autónomos, lo cierto es que el país no lo tiene tan fácil a la hora de defenderse de los drones enemigos, una tecnología novedosa y barata capaz de acabar fácilmente con objetivos que cuestan millones de dólares.
Es por eso que una de las nuevas superarmas de Estados Unidos es un sistema antidrones. Los marines del país están preparando el despliegue de un nuevo sistema de microondas de alta potencia (HPM) destinado a poder eliminar drones con mayor facilidad que la actual.
Las aeronaves no tripuladas se convirtieron en armas muy peligrosas -en el conflicto entre Ucrania y Rusia se vio como es cada vez más común ver drones sencillos atacando a la infantería y haciendo estragos en ellas-, por lo que es sumamente importante tener un escudo que les permita servir como contramedida.