Tensión en Siria: Estados Unidos y sus aliados intentan que las armas químicas no caigan en «manos equivocadas»
«Estamos trabajando para asegurarnos de que no caigan en manos de personas que quieran usarlas contra civiles», expresó la portavoz estadounidense Sabrina Singh.
Fuente: https://www.canal26.com/
Estados Unidos colabora estrechamente con sus aliados en Medio Oriente para evitar que las armas químicas del Gobierno del presidente sirio, Bashar Al Assad, caigan en manos equivocadas, explicó este lunes una portavoz del Pentágono.
«Estamos trabajando para asegurarnos de que esas armas químicas no caigan en manos de personas que quieran usarlas contra civiles, nuestras fuerzas estadounidenses o nuestros socios en la región», declaró Sabrina Singh, portavoz adjunta del Departamento de Defensa.
Singh evitó detallar la magnitud del supuesto depósito de armas químicas en Siria y aseguró que no hay fuerzas estadounidenses involucradas directamente en la búsqueda de las mismas. Sin embargo, no respondió a la pregunta de si EE.UU. está proporcionando inteligencia a otros países para localizarlas.
«Contamos con experiencia en este ámbito y estamos trabajando a través de nuestros socios en el terreno para garantizar que esas armas no caigan en las manos equivocadas«, se limitó a decir la portavoz adjunta del Departamento de Defensa.
«Contamos con experiencia en este ámbito y estamos trabajando a través de nuestros socios en el terreno para garantizar que esas armas no caigan en las manos equivocadas«, se limitó a decir la portavoz adjunta del Departamento de Defensa.
El uso de armas químicas en Siria
Durante los 13 años de guerra civil en Siria, el Gobierno de Al Assad fue acusado en repetidas ocasiones de usar armas químicas contra su propia población. Estas acusaciones fueron confirmadas por Naciones Unidas y organizaciones internacionales como Human Rights Watch.
Los ataques más mortíferos ocurrieron en agosto de 2013 en Guta (con un balance de entre 281 y 1.729 muertos), en abril de 2017 en Jan Sheijún (89 muertos) y en abril de 2018 en Duma (43 muertos y 500 heridos).
Antes de los ataques más letales, el entonces presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió a Al Assad que el uso de armas químicas sería una «línea roja» que provocaría una intervención militar de EE.UU.
Sin embargo, a pesar de que el mandatario sirio habría cruzado esa línea roja, no se produjo intervención militar. En su lugar, Obama negoció con Rusia para que obligara a Al Assad a destruir sus arsenales químicos.
Ese proceso de destrucción no se completó totalmente, según Washington, que acusa al régimen sirio de violar el acuerdo y mantener parte de su arsenal químico.
El Gobierno de Al Assad, que había resistido durante 24 años, colapsó este domingo tras una ofensiva de 12 días liderada por una coalición de insurgentes que tomó Damasco con escasa resistencia.