Las protestas contra los operativos de deportación de Donald Trump se replican en otros importantes bastiones de EE. UU.
La bandera mexicana se convirtió en un símbolo de las protestas en Los Ángeles. Para sus defensores representa la diversidad de Estados Unidos, pero para el gobierno es vista como una muestra de la «invasión» migratoria que denuncia.
Fuente: https://www.canal26.com/
Las protestas contra las redadas migratorias iniciadas en Los Ángeles (California), se extendieron a otras grandes ciudades de Estados Unidos, ante lo que la Casa Blanca advirtió que «no tendrán éxito» y en su lugar prevalecerá el orden.
«Que este sea un mensaje inequívoco para los radicales de izquierda en otras partes del país que están pensando en imitar la violencia para detener los esfuerzos de deportación masiva de esta Administración: no tendrán éxito«, dijo en una rueda de prensa la portavoz presidencial, Karoline Leavitt.
Las protestas se expandieron desde California a Texas y Nueva York -donde hubo enfrentamientos con la Policía en las inmediaciones de la sede del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), encargado de las redadas- y también se reportaron incidentes en Chicago (Illinois) y manifestaciones menores en ciudades como Denver, Las Vegas, Atlanta, Filadelfia, Boston y Washington.
Las manifestaciones comenzaron el pasado viernes en Los Ángeles, ciudad de mayoría latina, en rechazo a las redadas del ICE y a la política de deportaciones del Gobierno de Trump, derivando en enfrentamientos con la policía y la quema de vehículos.
Como respuesta, Trump ordenó el despliegue de 4.000 efectivos de la Guardia Nacional y 700 marines, una medida que fue rechazada por el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, y por la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, quienes consideran que se trata de una acción desproporcionada que solo busca aumentar la tensión.
El presidente llegó incluso a amenazar con invocar la Ley de Insurrección, lo que le permitiría desplegar al Ejército dentro del territorio nacional para contener disturbios civiles. A pesar del despliegue, las protestas continuaron y las autoridades locales de Los Ángeles decretaron un toque de queda en el centro de la ciudad, una medida que, según argumentan, fue necesaria porque Trump ha «incendiado» la situación.
La Guardia Nacional, desplegada en Texas
Ante la convocatoria de nuevas protestas en Texas, el gobernador republicano Greg Abbott ordenó el despliegue de la Guardia Nacional, convirtiendo al estado en el segundo con presencia militar, aunque, a diferencia de California, con el visto bueno del gobernador.
«La protesta pacífica es legal; dañar a una persona o propiedad es ilegal y conllevará arresto», escribió Abbott en su cuenta de la plataforma X.
Este miércoles está prevista una protesta en San Antonio, ciudad texana de mayoría latina, para la que las autoridades locales ya se están preparando, según informó el jefe de policía, William McManus. El sábado también se esperan manifestaciones en San Antonio, así como en Houston, Dallas y Austin, las principales ciudades del estado, como parte de una convocatoria nacional en rechazo a las políticas de Trump.
Estas protestas coincidirán con el desfile militar organizado por el mandatario en Washington para conmemorar los 250 años del Ejército estadounidense, celebración que coincide además con el cumpleaños número 79 del republicano.
El presidente dejó claro que no quiere manifestaciones durante el desfile: «Celebraremos por todo lo alto el sábado, y si hay alguna protesta, quienes participen se enfrentarán a una fuerza muy grande«, advirtió el martes.