Crisis política en Alemania: Scholz aceptó que se convoquen elecciones anticipadas si hay acuerdo con la oposición
«Sería bueno si en el Bundestag (Cámara Baja) se lograra un acuerdo entre los grupos parlamentarios democráticos sobre qué leyes se pueden aprobar este año», señaló el canciller.
Fuente: https://www.canal26.com/
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, se mostró este viernes abierto a la posibilidad de someterse a la moción de confianza en el Parlamento antes de enero para que se celebren elecciones anticipadas cuanto antes, siempre y cuando la oposición conservadora apoye a cambio algunas leyes pendientes.
«Sería bueno si en el Bundestag (Cámara Baja) se lograra un acuerdo entre los grupos parlamentarios democráticos sobre qué leyes se pueden aprobar este año», dijo al término de una cumbre de líderes europeos en Budapest.
El canciller socialdemócrata apuntó que esto también podría responder la pregunta sobre «qué momento es el correcto» para el voto de confianza.
No obstante, Scholz remarcó que la decisión no es puramente política, ya que hace falta un cierto tiempo para cumplir los requisitos que marca la Comisión Electoral y para que los partidos puedan prepararse para las campañas.
La oposición alemana pide elecciones anticipadas
Por su parte, el jefe de la opositora Unión Democristiana (CDU), el conservador Friedrich Merz -que lidera las encuestas y al que muchos consideran el próximo canciller-, rechazó cooperar con el Ejecutivo de Scholz, que se quedó en minoría tras la expulsión de los liberales, para sacar adelante leyes, salvo que el canciller se presente ya el próximo miércoles, sin más dilación, a un voto de confianza.
En declaraciones a la cadena RTL, Merz exigió que los comicios se celebren antes del 19 de enero, la víspera de la toma de posesión del presidente electo estadounidense, Donald Trump.
Por su parte, los liberales, recién llegados a la oposición, también reclaman elecciones lo antes posible, una opción que -según sondeos como el de infratest dimap para la primera cadena de televisión, ARD-, favorecen dos tercios de los alemanes (un 65%).
De acuerdo con el «Politbarometer» de la cadena ZDF, el 59% de los encuestados saluda el fin de la coalición y el 84% quiere elecciones anticipadas en Alemania, mientras que la mitad prefiere que tengan lugar antes de marzo, como quiere Scholz.
Sin embargo, según Der Spiegel, la presidenta de la Comisión Electoral le pidió al canciller no precipitar los comicios, ya que el plazo máximo de 60 días entre el voto de confianza y las elecciones se vería acortado si las fiestas caen de por medio, lo que es arriesgado desde el punto de vista organizativo.
Un problema añadido para Scholz es que su partido todavía no tiene un candidato formal a la Cancillería. Si bien le ha expresado su respaldo, la formación no ignora que el actual ministro de Defensa, Boris Pistorius, es infinitamente más popular ya que, según sondeos actuales, dos tercios de los simpatizantes socialdemócratas le querrían como candidato.
El democristiano Merz es el único candidato que ya fue nominado oficialmente, en su caso, de forma conjunta para la CDU y su partido hermano bávaro, la Unión Socialcristiana (CSU).
¿Qué pasa en Alemania?
Alemania se sumergió en un periodo de incertidumbre política y económica tras quedar sellado formalmente el fin de la coalición de Gobierno, liderado por Scholz, quien se resiste a adelantar el voto de confianza para la convocatoria inmediata de comicios como piden la oposición y las empresas ante la inestabilidad interna y las tensiones geopolíticas.
Las divergencias en materia económica y financiera rompieron finalmente la coalición de socialdemócratas, verdes y liberales tras tres años de disputas, abocando al país a unas más que probables elecciones anticipadas en marzo en tiempos de creciente incertidumbre a nivel doméstico e internacional.
Scholz anunció la destitución del ministro de Finanzas y líder del Partido Liberal (FDP), Christian Lindner, después de que fracasara una sesión maratoniana de reuniones convocadas con el objetivo de evitar in extremis la ruptura.
Con la economía alemana a punto de cerrar su segundo año en recesión y un agujero de 12.000 millones de euros en los presupuestos de 2025 (el Parlamento deberá abordar la semana que viene), la confrontación entre dos visiones diametralmente opuestas, que el Ejecutivo arrastraba desde sus inicios, se volvió finalmente ineludible.
Scholz y sus socios verdes abogan por dejar fuera de vigor, invocando una emergencia, el mecanismo constitucional que limita el endeudamiento al 0,35 % del PIB para poder financiar así inversiones en la economía y un apoyo adicional a Ucrania cuando se espera que disminuya la ayuda estadounidense.
Para los liberales, esto era una línea roja y prefirieron la ruptura antes que un compromiso que -a su juicio- les hubiera hecho perder todavía más votos.